¿Qué tiene que ver el aumento o reducción de producción de coches en Alemania con los expedientes de regulación de empleo en España? Pues mucho. Todo el mundo habla hoy en día sobre lo maravilloso que es Alemania y las ganas de ir a trabajar para allá, porque allá todo siempre va muy bien. Falso.
Allá las cosas no siempre van bien. La grandísima diferencia es que cuando las cosas van mal ellos no quejan sentados sino que aportan soluciones. Recordad que desde la reunificación de Alemania hasta hace muy poco tiempo, Alemania pasó unos momentos económicos duros, pero su industria automovilística lejos de romperse, se fortaleció como nunca.
La industria automovilística alemana es un ejemplo que industrias de todo tipo deberían seguir. Mientras bajaban las ventas, los trabajadores alemanes acordaron disminuir sueldo y horas de trabajo a cambio de poder mantener a flote las empresas. ¿Por qué? Porque allá ellos quieren a sus empresas del mismo modo que quieren a sus coches. A ellos le gusta la velocidad, pero si tienen un VW Golf de primera generación no lo llevan por una súper Autobahn, sino disfrutan del alto torque a baja revolución y si más adelante se pueden comprar un Z4, pues lo pondrán a 180 Km/h cuando viajen de una ciudad a otra.
Pero en España, egoístamente, no aceptamos la disminución de horas de trabajo para salvar nuestro propio empleo y nuestra propia industria del mismo modo que no queremos ir a menos de 150 km/h así llevemos un Seat Panda, ¿y qué pasa si se rompe el Panda a 150 km/h después de 25 años de uso indiscriminado? Pues decimos que el coche es una porquería y la culpa es del fabricante.
No quiero ser conformista ni aceptar un descenso en el nivel de bienestar como algo bueno, pero lo que si debemos hacer es arrimar el hombro y no dejar que nuestra golpeada industria siga sufriendo. Podemos decidir sacrificarnos por un futuro mejor como Mercedes y VW o seguir con una cabezonería que nos lleve a todos a la quiebra como Santana.
Allá las cosas no siempre van bien. La grandísima diferencia es que cuando las cosas van mal ellos no quejan sentados sino que aportan soluciones. Recordad que desde la reunificación de Alemania hasta hace muy poco tiempo, Alemania pasó unos momentos económicos duros, pero su industria automovilística lejos de romperse, se fortaleció como nunca.
La industria automovilística alemana es un ejemplo que industrias de todo tipo deberían seguir. Mientras bajaban las ventas, los trabajadores alemanes acordaron disminuir sueldo y horas de trabajo a cambio de poder mantener a flote las empresas. ¿Por qué? Porque allá ellos quieren a sus empresas del mismo modo que quieren a sus coches. A ellos le gusta la velocidad, pero si tienen un VW Golf de primera generación no lo llevan por una súper Autobahn, sino disfrutan del alto torque a baja revolución y si más adelante se pueden comprar un Z4, pues lo pondrán a 180 Km/h cuando viajen de una ciudad a otra.
Pero en España, egoístamente, no aceptamos la disminución de horas de trabajo para salvar nuestro propio empleo y nuestra propia industria del mismo modo que no queremos ir a menos de 150 km/h así llevemos un Seat Panda, ¿y qué pasa si se rompe el Panda a 150 km/h después de 25 años de uso indiscriminado? Pues decimos que el coche es una porquería y la culpa es del fabricante.
Alemania, la industria automotriz y la reducción de empleos en este sector en España
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Publicado por VRedondoF para NPC el 4/07/2011 01:44:00 AM