España es el tercer país productor de coches en Europa, con un 84% de su producción destinada a la exportación. Una de las pocas clasificaciones en la que estamos en los puestos de cabeza.
En España se fabrican, además de Seat, Renault, Opel, Ford, Peugeot, Mercedes comerciales, Nissan,… hasta un total de 18 plantas de ensamblaje.
La mayoría llegaron aquí en la década de los 70, atraídas por los bajos salarios de la época, el interés social por motorizar el país y aumentar la actividad industrial, y las ayudas de un gobierno dispuesto a recibirlos con los brazos abiertos.
Ahora, el panorama ha cambiado. Han coincidido tres factores que pueden convertirse en una mezcla explosiva:
1. La crisis de ventas, especialmente aguda en nuestro país.
2. Las condiciones económicas de los trabajadores españoles ha mejorado en estas décadas: según ANFAC, el coste salarial en España es de 22,83 €uros por hora trabajada, algo por encima de la media europea.
3. La entrada, en la Unión Europea, de los países de Europa del Este, deseosos (como es lógico) de coger el ritmo de los países industrializados. Sus parques automovilísticos siguen creciendo, y sus sueldos son mucho más bajos. La patronal habla de un coste salarial de 6,93 €uros en Polonia o 8,83 €uros en la República Checa. Y sus gobiernos también están dando facilidades para la implantación de nuevas factorías.
El papel que en su día interpretó España, ahora lo representan los países del antíguo bloque soviético. La pregunta cae por su propio peso: ¿cuantos fabricantes aprovecharán las aguas revueltas para recoger sus bártulos y marcharse a lugares más rentables?
¿Qué apostamos a que dentro de unos años estaremos comprando coches eléctricos made in Poland o Hungary?
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Publicado por VRedondoF para NOTICIAS el 12/15/2008 06:18:00 AM