Se acabaron las excusas. Desde el pasado sábado, 1 de noviembre de 2014, el ESP es obligatorio en todos los turismos y vehículos comerciales ligeros que se comercialicen en Europa. El control de estabilidad, independientemente de las siglas que utilicemos, ESP, ESC, DSC, etcétera, se ha convertido en un elemento indispensable para la seguridad de cualquier automóvil que se precie de serlo, para muchos, más importante y determinante para salvar vidas, incluso, que el airbag. Bosch asegura que, este sistema que introdujeron en los ochenta como evolución de los controles de tracción primigenios, ya ha evitado – solo en Europa – cientos de miles de accidentes y ha salvado miles de vidas. ¿De verdad es tan importante el control de estabilidad?
Salta al contenido que buscas en este artículo: 1. Un poco de historia 2. Legislación: obligatorio en Europa desde el 1 de noviembre de 2014 3. ¿Por qué te puede salvar la vida? 4. Las posibilidades del ESP son incluso mayores 5. ¿Y cómo pinta el futuro? 6. ¿Cuántas vidas ha salvado el ESP? Extra: ¿Cómo funciona un control electrónico de estabilidad? en Tecmovia
Un poco de historia
El ESP nacía como la evolución natural del sistema antibloqueo de frenos, el ABS.
En los años ochenta Bosch trabajó junto a fabricantes como BMW y Mercedes-Benz en el desarrollo de lo que debía ser la evolución natural del ABS, los famosos frenos antibloqueo. Tras el ABS, se descubrió que la electrónica podía ayudar a modular la entrega del motor y mantener la estabilidad del coche, especialmente en firmes deslizantes, aplicando una fuerza de frenado individual en cada rueda, fue el comienzo de los denominados controles de tracción. La tecnología se perfeccionó, se comenzaron a tener en cuenta factores como el giro de la dirección, la aceleración lateral y hasta el balanceo mediante acelerómetros similares a los que utilizan nuestros teléfonos móviles modernos. Y en 1995 comenzó la producción en serie del ESP, el Electronic Stability Program de Bosch, cuyas siglas se convertirían en prácticamente un estándar para la industria.
Lo que dice la legislación
En 2014, antes de la entrada en vigor de la norma que obliga a equipar ESP a todos los turismos comercializados en Europa, el 84% de las nuevas matriculaciones ya contaban con ESP.
La Unión Europea comenzó a tomarse en serio su obligatoriedad y decidió que su empleo fuera obligatorio en todos los vehículos comercializados en Europa. Su introducción se produjo de manera progresiva, primero demandando suobligatoriedad en nuevas homologaciones y, a partir de ahora, siendo obligatorio para cualquier turismo y comercial ligero que se venda en Europa. Fuera de nuestro continente también se han tomado medidas similares. Aunque en los últimos años el ESP se haya convertido en la norma, y no la excepción, y la mayoría de los modelos comercializados en España contasen con este dispositivo, Bosch nos da una cifra importante: un 84% de los automóviles vendidos en Europa en lo que llevamos de año contaba con ESP, muy por encima de la media mundial, que está en el 59%. En cualquier caso, del parque automovilístico actual, Bosch asegura que solo el 40% de los coches cuentan con un control de estabilidad. A partir de ahora el 100% de los automóviles que se comercialicen en Europa contará con ESP.
¿Por qué te puede salvar la vida?
El ESP no fue concebido, lejos de lo que algunos puedan pensar, para permitirnos circular más rápido con nuestro coche. De hecho su funcionamiento es completamente antagónico a la conducción deportiva, en tanto trata de prevenir cualquier perdida de tracción reduciendo el giro de una o varias ruedas, lo que en definitiva reduce nuestra velocidad, pero también nos facilita el control de la situación.
Un caso práctico de cómo actúa el control de estabilidad lo podemos encontrar en una situación bastante típica, la de tomar un giro pronunciado, con asfalto deslizante y a una velocidad inadecuada. El ESP se encarga de evitar que nuestro coche pierda la trayectoria, detecta la pérdida de tracción de un neumático y reduce la rotación del neumático complementario, para evitar que perdamos el control del vehículo. En el vídeo superior se puede ver una recreación informática que explica de manera sencilla y muy clara su funcionamiento.
Pero tan práctico resulta el ESP para solventar una pérdida de tracción momentánea, por ejemplo en un giro fortuito e inesperado para esquivar un obstáculo, como en su trabajo para garantizarnos el poder volver a recuperar la trayectoria una vez hemos salvado el obstáculo y tratamos de regresar al carril en el que nos encontrábamos.
Y es en ese giro brusco de volante, seguido de una acción de contravolanteo para recuperar la trayectoria, donde la actuación del ESP es más evidente, sobre todo en esta época en la que los SUV están muy de moda, automóviles que por su altura, y su centro de gravedad más elevado, están sujetos a fuerzas mayores que el ESP se encarga de atenuar con efectividad. Probablemente sin esta tecnología la seguridad de los SUV estaría muy lejos de la alcanzada por sus hermanos pequeños los turismos, resultando vital para cumplir la famosa prueba del alce y razón por la cual EuroNCAP ha introducido una metodología de pruebas que se basa en un sistema que analiza las reacciones del control de estabilidad provocando un giro brusco y otro para contrarrestarlo en sentido contrario. Esta prueba de EuroNCAP puede verse más arriba.
Las posibilidades del ESP son incluso mayores
Con el tiempo han comenzado a desarrollarse controles de estabilidad más precisos y efectivos, por ejemplo en conducción deportiva, o enfocados a ganar tracción en terrenos muy deslizantes.
En los últimos años también hemos podido asistir a la popularización de sistemas que, basándose en el concepto del control de estabilidad, trataban de perfeccionar el grado de intervención de este para resultar compatibles con una conducción más deportiva, acercándose un poco más al concepto del diferencial autoblocante. Los deportivos modernos ya no solo están equipados con un botón que permite su desconexión parcial o total, sino también con diferentes modos que pueden modular el grado de intervención del control de estabilidad y la rapidez con que este entra en funcionamiento. También hemos visto controles de estabilidad con un tarado específico para vehículos todocamino y todoterreno, con diferentes soluciones enfocadas, por ejemplo, ha facilitar la tracción del vehículo sobre terrenos muy deslizantes, como una pista nevada, en donde un control de estabilidad no adecuado para tales condiciones nos podría dejar varados si no desactivamos el ESP. Esos mismos todocamino y todoterreno también empiezan a contar con controles de estabilidad más sofisticados y enfocados en evitar un vuelco.
El control de estabilidad también ha comenzado a utilizarse en otro tipo de sistemas, como algunos dispositivos que evitan activamente que perdamos la trayectoria en la carretera y nos salgamos de nuestro carril. Habitualmente estos sistemas, cada vez más comunes, mantienen la trayectoria del vehículo corrigiendo levemente nuestra trayectoria aplicando una ligera fuerza de frenado sobre una de las ruedas.
¿Y cómo pinta el futuro? La llegada de los híbridos y los eléctricos potenciará aún más el control del giro de cada neumático, sobre todo en aquellos vehículos que dispongan de motores independientes para cada rueda en un mismo eje, las denominadas “active wheel” o ruedas motorizadas, de las cuales ya hemos hablado largo y tendido en Tecmovia.
¿Cuántas vidas ha salvado el ESP?
La NHTSA, en Estados Unidos, habla de decenas de miles de vidas. Bosch, que ha vendido más de 100 millones de sistemas ESP desde su introducción en 1995, dice que se han prevenido más de 190.000 accidentes y que se ha podido salvar la vida de 6.000 personas solo en Europa.
Fuente: Bosch